El evento se repetirá a la 7 de la noche el mismo día.
Obra de teatro cómica – una farsa hecho con ingenio y amor por Norma Román Calvo (1924-2013) Duración una hora. Esta obra, escrito por la mexicana Norma Román Calvo, cuenta con personajes que reconocemos en cada pueblo de la república: una chica enamorada con un viejo, una madre demasiado metida en eso, un hombre que intenta arreglar todo para todos con fracasos y éxitos inesperados , una mujer cuya casa está ocupada por un habitante muy extraño. ¿Puede ser un fantasma? ¿Hay un tesoro enterrado?
Don Nabor-- Carlos Velásquez
María--Verónica Sandoval
Doña Serafina--Silvana Santibáñez
Rosita--Cinthya Jiménez
Don Chano--Luis Xavier Santiago
Alma en pena--Agustín Ramos
Directora: Kate Burt
Tramoyistas: Melisa Moreno Segovia, Valeria Pollenko
Sinopsis
Milagritos a la orden por Norma Román Calvo
Argumento:
Don Nabor está arreglando la capilla en Cuatro Ciénegas, un pueblito en Coajuila. Espera la llegada del sacerdote, que viene una vez por año y tiene muchas cosas que hacer. Nabor gana su vida ayudando a la gente con cualquier problema, y está armado con un montón de papeles con remedios en varios bolsillos en varias partes de su cuerpo.
Llega Doña Serafina con su hija, Rosita llorando a gritos y buscando socorro de una santa en la capilla. Don Nabor descubre que el problema es que Rosita, quien vive con un viejo bastante rico, no se embaraza y teman la madre y la hija que el viejo, Don Chano (el pasaporteado) va a ir a Chicago para casarse con una gringa.
Nabor propone un remedio de hierbas como la damiana, el jengibre y el perejil. para que Don Chano tenga más ganas de hacer bebes. Doña Serafina señala una duda, diciendo que el perejil es nada más para hacer hablar a los pericos. Nabor dice que sí, pero también es bueno para el otro problema. Se van madre e hija muy contentas con el plan.
Entretanto, Nabor se da cuenta de que hay una muchacha llorando en un rincón de la capilla. Es María, una joven huérfana quien trabajó para un viejo recién muerto. Ella piensa que está poniéndose loca, pero Nabor sospecha que de hecho tiene un espíritu chocarrero en su casa haciendo travesuras. Buscando en todos sus bolsillos, descubre un buen remedio para quitar espíritus traviesos. El remedio es “decirles una sarta de peladeces.” María, quien estuvo criada en un convento, está completamente incapaz de decir ni una mala palabra, y sale llorando.
En la próxima escena, estamos con Rosita y Don Chano en su recámera. Chano habla en largos monólogos mientras la pobre Rosita intenta ser muy seductiva. Al final, ella se da cuenta de que el perejil funciona nada más para que hable su amor.
Serafina va a la capilla para quejarse de que el remedio de Nabor no sirve. Como Don Chano está en Texas por unos días, ella sugiere que Nabor puede ayudar en otra manera, que el no quiere hacer para nada. María sigue molestada y muy asustada por el espíritu chocarrero, y va corriendo y llorando a la capilla para buscar alivio.
El desenlace lleva sorpresas divertidísimos y inesperadas. Al final, todos se casan felices y participan en un desfile y baile.
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